Afecta a personas “en la base” del organigrama corporativo
A la par que las capacidades de interacción se vuelven más relevantes, también aparece las fobias a las redes sociales en dos de cada 10 personas en México, dice Raymundo Rubio, Director de Interia, empresa de comunicación y soluciones digitales.
“La aversión a las redes perjudica las carreras profesionales e incluso la vida social de muchos profesionistas”, refiere Rubio.
Contrario a lo que se supone, “esta renuencia a emplear y ampliar las redes sociales no se limita a determinadas áreas o formaciones laborales. Se trata de una renuencia poco estudiada y que cada vez repunta más. Incluso se asume que se propagó más a raíz del confinamiento de Covid-19”, dijo el directivo de Interia.
La creación de redes hace que algunas personas se sientan moralmente “impuras”, especialmente los trabajadores de base de la pirámide organizacional porque ven la participación en la creación de redes como egoísta. Tal aversión, llamado factor «ick», implica una falta de conexión que impacta de manera negativa el rendimiento laboral, dijo el especialista en comunicación.
“Por ejemplo, los abogados que se sienten inadecuados con respecto a las redes, tienen 13% menos horas facturables que sus contrapartes no molestas con las redes”, ejemplifica Rubio.
La fobia o reticencia a las redes aparece cuando las personas abordan a los otros con un enfoque de prevención, mantener un estado de seguridad o de relacionarse como parte de una “obligación”.
Si bien la mayoría presenta una tendencia natural hacia un estilo de promoción o seguridad, esperar lo mejor de la interacción o asumirla con cautela, es posible abordar una situación particular con un enfoque diferente al de las inclinaciones típicas.
Así, “podemos ver la creación de redes, por ejemplo, a través de una lente de prevención, como un deber profesional, o a través de una lente de promoción, como una forma de lograr los objetivos de uno”, refiere Raymundo Rubio.
Ahora, cuanto más centradas en la promoción están las personas, tienen menos preocupaciones respecto a las redes y las utilizan más, aseguró Rubio, quien dijo que en la fobia a las redes no es significativo el género o edad, sino que impacta más a quienes poseen menor nivel jerárquico en las empresas.
“La investigación sugiere que, para aquellos que detestan las reuniones de hora feliz y las reuniones de empleados, un cambio de actitud podría ser el boleto para una red más grande y una carrera más productiva”, menciona Rubio.
Ahora, existen dos tipos diferentes de redes: las espontáneas, no intencionales y intencionales y concertadas. “Sin embargo, ambas parecen interdependientes entre sí”, refiere el vocero de Interia.
Cuando se asume que la creación de redes puede ayudar a las personas a estar a la altura de sus más altas aspiraciones existen más posibilidades de que se establezca un networking efectivo y se amplíes la participación en redes sociales. “Sin embargo, si se enfoca la creación de redes como una importante obligación profesional, la efectividad en el establecimiento de contactos baja”, resume Rubio.
Al mismo tiempo, el enfoque de promoción induce a generar más y mejores contactos espontáneos. Se genera una actitud gregaria natural, dice el director de Interia.
Pensar en la creación de redes como una oportunidad en lugar de una carga, es el mayor obstáculo que debemos superar. Cuanto más se ven las redes a través de esa lente centrada en la promoción, es más fácil generar y mantener contactos en el sector económico en el que participamos, e incluso de otras industrias.
“Diversos estudios muestran que la interacción social es uno de los factores que más peso tienen en el disfrute laboral y esto, incide en la rentabilidad”, de ahí que las personas más extrovertidas tengan puntuaciones más altas de cumplimientos de metas, aseguró Rubio.
También puede ayudar a evitar la fobia social “recordar que la creación de redes no es solo egoísta. Cada uno puede beneficiar a los demás en distintas formas”, mencionó el representante de Interia.
En una era en la que se puso a prueba nuestra creatividad para interactuar con los demás y generar acuerdos “a distancia”, es claro que la conexión con los otros es una habilidad que permanecerá por siempre en el ámbito social y laboral, concluyó Rubio.