Se evitó en siete ocasiones el ingreso de plagas forestales de importancia cuarentenaria, es decir, que no existen en México.

A lo largo de 2025, el Laboratorio de Análisis y Referencia en Sanidad Forestal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), evitó en siete ocasiones el ingreso de plagas forestales de importancia cuarentenaria, es decir, que no existen en México.

Los dictámenes taxonómicos emitidos por la Dirección General de Gestión Forestal, Suelos y Ordenamiento Ecológico, corresponden a muestras que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tomó al inspeccionar contenedores de mercancías de importación.
¿Qué plagas se evitaron?

Los dictámenes se generaron en enero de 2025, agosto y noviembre, dando como resultado la presencia de plagas cuarentenarias del género Sinoxylon (anale, crassum), que son escarabajos barrenadores de madera muy destructivos.

Además de Heterobostrychus aequalis, comúnmente conocido como barrenador oriental, considerado una de las plagas más letales para la madera dura seca en regiones tropicales y subtropicales.

Asimismo, el Cylindrocopturus furnissi, identificado como el gorgojo de las ramillas del abeto Douglas, que es un pequeño escarabajo convertido en plaga en la producción de árboles de Navidad en el noroeste de Estados Unidos.

¿Cómo fueron identificadas las plagas?

Uriel Barrera Ruiz, jefe de Departamento de Apoyo Técnico a la Regulación Fitosanitaria Forestal, explicó que en el Laboratorio de Análisis y Referencia en Sanidad Forestal de la Semarnat, se identifican las muestras de organismos encontrados por inspectores federales en productos y subproductos que ingresan al país por puertos, aeropuertos y aduanas.
En el caso de las muestras que vienen de procedencia internacional, la Profepa realiza una inspección y verificación y si detectan la evidencia de alguna plaga colectan el organismo y lo envían al laboratorio para identificación”, detalló.

Cada muestra que se recibe se registra en el Sistema Nacional de Trámites (SINAT), “posteriormente hacemos la identificación utilizando claves taxonómicas y fuentes de información que puedan ser útiles. Se hace el registro de la información, la procedencia y se genera un documento oficial que se envía para determinar el tratamiento que se debe dar al embarque”, destacó.