Un tribunal japonés ordenó la disolución de la Iglesia de la Unificación tras demostrarse su implicación en prácticas ilegales que incluyen manipulación emocional y donaciones forzadas. La investigación comenzó tras el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe, cuyo atacante culpó a la organización por la ruina financiera de su familia. Esta decisión marca un hecho histórico en la aplicación de la Ley de Corporaciones Religiosas de Japón y revela la influencia de la secta Moon en la política nacional, con vínculos con al menos 179 legisladores del partido de gobierno.

Disolución oficial de la Iglesia de la Unificación
Un tribunal japonés ordenó el martes la disolución de la secta Moon, una influyente organización religiosa en entredicho desde el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe en 2022.

El tribunal de distrito de Tokio «emitió una orden de disolución» de la rama japonesa de la Iglesia de la Unificación, fundada en Corea del Sur por Sun Myung Moon y conocida como secta Moon, privándola de reconocimiento legal, dijo a la AFP un portavoz del Ministerio de Educación.

El ex primer ministro Abe fue asesinado a tiros durante un mitin electoral en 2022, supuestamente por un hombre resentido con la Iglesia de la Unificación.

Relación entre el asesinato de Abe y la secta Moon
El asesino habría estado molesto porque su madre había donado a la iglesia 100 millones de yenes (un millón de dólares en ese momento).

Vista aérea de una ceremonia de la Iglesia de la Unificación con cientos de asistentes uniformados en túnicas blancas y amarillas, desfilando en formación alrededor de un féretro en un evento multitudinario que refleja la estructura y rituales característicos de la secta Moon.

Las investigaciones del asesinato de Abe revelaron los vínculos entre la secta y varios legisladores conservadores del partido de gobierno, lo que causó la renuncia de cuatro ministros.

La iglesia es acusada de presionar a sus seguidores a hacer donaciones que dejan a sus fieles en la ruina, aunque ha negado cualquier irregularidad.

Aplicación de la Ley de Corporaciones Religiosas
La orden de disolución contra la Iglesia de la Unificación en Japón marca un hecho inédito en la aplicación de la Ley de Corporaciones Religiosas del país. Esta ley permite al Ministerio de Educación solicitar la disolución de una organización religiosa si se demuestra que ha violado significativamente la ley o el interés público.

Es apenas la tercera vez desde la Segunda Guerra Mundial que se utiliza esta medida contra una entidad religiosa, siendo los otros casos más notorios el de Aum Shinrikyo, responsable del ataque con gas sarín en el metro de Tokio en 1995.

Según datos oficiales del gobierno japonés, la Iglesia de la Unificación recaudó cerca de 10 mil millones de yenes en donaciones solo entre 2017 y 2021 en Japón.

Manipulación y vínculos políticos
Diversas víctimas y abogados defensores argumentaron ante el tribunal que la organización utilizaba técnicas de manipulación emocional y coerción espiritual para forzar aportaciones económicas excesivas, violando así los derechos de los feligreses.

El caso ganó relevancia tras el asesinato de Shinzo Abe, cuando se revelaron conexiones estrechas entre legisladores del Partido Liberal Democrático (PLD) y la Iglesia de la Unificación.

Una investigación interna del PLD en 2022 reconoció que al menos 179 de sus 379 parlamentarios habían tenido algún tipo de vínculo con la organización, desde asistencia a eventos hasta apoyo logístico.

¿Qué opinas de la relación entre política y religión en este caso?

¿Crees que otras organizaciones religiosas deberían ser investigadas?

Comparte este caso con alguien interesado en derechos y libertad religiosa.