Bogota, Colombia 07 de noviembre, 2025. Mientras las luces parpadeaban en varios pueblos de Colombia durante otra noche de cortes eléctricos inesperados, pocos imaginaban que la solución ya se estaba gestando en los luminosos pasillos de ExpoSolar Colombia 2025. Allí, Ginlong (Solis) Technologies, el tercer mayor fabricante de inversores del mundo y el número uno de inversores residenciales, presentó una tecnología que va más allá de la eficiencia: ofrece confiabilidad, autonomía y esperanza a comunidades donde la energía es mucho más que un servicio —es una fuente de vida.
Cuando la energía falla, la vida se detiene. La red eléctrica colombiana enfrenta desafíos cada vez mayores. Desde las zonas rurales de La Guajira y Meta hasta los distritos urbanos de Medellín y Bogotá, la intermitencia en el suministro y la inestabilidad del voltaje se han vuelto parte de la vida cotidiana. Para los hogares, esto significa refrigeradores apagados y niños estudiando a la luz de las velas. Para los comercios locales, horas de inactividad y pérdidas económicas. Pero en los hospitales, las consecuencias son aún más graves: unos segundos sin energía pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Una pequeña clínica rural en Caquetá compartió su experiencia: “Cuando se va la luz, nuestros concentradores de oxígeno se detienen. Hemos aprendido a rezar para que el generador arranque a tiempo”, comentó una enfermera local. Historias como esta se repiten en muchas comunidades remotas de Colombia, donde termina la red eléctrica, pero la necesidad de energía confiable nunca desaparece.
La Serie Solarator: transformando la inestabilidad en independencia
En ExpoSolar Colombia 2025, Solis presentó su respuesta más poderosa hasta ahora: la Serie de Inversores Híbridos Solarator, diseñada precisamente para enfrentar estos retos. Los inversores Solarator permiten generar, almacenar y gestionar energía con alta eficiencia y total confiabilidad, incluso en zonas donde la red eléctrica no puede garantizar estabilidad.
El modelo insignia —el inversor híbrido Solarator de 125 kW, lanzado oficialmente en LATAM durante el evento— captó la atención de toda la industria gracias a su control inteligente de microrredes, su amplio rango de compatibilidad de voltaje (208V–480V) y su capacidad de respaldo expandible de hasta 12 horas. Estas características lo convierten en una solución ideal no solo para industrias y usuarios C&I, sino también para instalaciones críticas como hospitales y centros de emergencia.
“La independencia energética ya no es un lujo, es una necesidad”, señaló Sergio Rodríguez, CTO de Solis LATAM. “En regiones donde la red falla, sistemas híbridos como el Solarator pueden mantener encendidas las luces de los hospitales, conservar vacunas y alimentar ventiladores cuando cada segundo cuenta.”
Iluminando vidas más allá de la red. Más allá de los centros urbanos, la visión de Solis se extiende hacia el corazón rural de Colombia. La Serie Híbrida Solarator ofrece una solución confiable y escalable para comunidades que han vivido por años desconectadas del acceso estable a la energía. En escuelas alejadas, garantiza que las clases continúen aun cuando la red falla. En pequeños centros de salud, mantiene refrigeradores encendidos para conservar medicinas que salvan vidas. Y para familias y agricultores, devuelve la luz y la productividad a noches antes marcadas por la oscuridad.
En el stand de Solis, el cual por cierto recibió mas de 700 visitantes durante los tres días de la Expo, los visitantes compartieron historias de resiliencia: microrredes construidas en aldeas montañosas, escuelas solares que se convirtieron en refugios comunitarios durante apagones. Cada historia resonaba con una misma verdad: la energía limpia está transformando vidas, un inversor a la vez.
Un compromiso con el futuro sostenible de América Latina. Con una participación estimada del 25–30% en el mercado de generación distribuida de Colombia, Solis continúa liderando la transición hacia soluciones híbridas y con almacenamiento. Al invertir en tecnología diseñada para las realidades de América Latina, Solis refuerza su misión de entregar no solo energía, sino también estabilidad, confianza y oportunidades —desde las ciudades más activas hasta los rincones más remotos de los Andes.
“Nuestro trabajo no termina con la tecnología”, añadió Rodríguez. “Comienza con entender a las personas que dependen de ella —y asegurar que, incluso cuando la red se apaga, su mundo siga iluminado.”
