“Las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertares el anima”, aseguraba el premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. En muchos casos, como en los tractocamiones, esto es verdad.
Celebrar en esta fecha evoca el nacimiento del gran hombre del renacimiento Leonardo Da Vinci, uno de los seres humanos más creativos de la historia universal. Pintor, escultor, filósofo, innovador, científico, matemático y, sobre todo, un gran artista.
El arte de envejecer es comprender que lo único seguro es la muerte. Paradójicamente eso no nos vuelve tristes. Es cuando mayor gratitud experimentamos del tiempo que tenemos, de los planes que armamos a cada momento, de las personas que están y estuvieron.
El Museo Guggenheim de Nueva York presenta un edificio en forma de espiral que induce a explorar todas las colecciones y el espacio se vuelve complice de nuevas maneras de apreciar el arte.