Derivado de las altas de desempleo, recesión y mayor racionalización de gastos en los hogares, la nueva mentalidad de consumo trata de impulsar la sustentabilidad, ahorro y promoción de la economía circular. Más aún “desalienta el consumismo exacerbado y el desperdicio e impone reflexionar el qué comprar, por qué y para qué, refiere Silva.
“En general, ellas tienden más a buscar soluciones ante la insolvencia y son más receptivas a capacitación financiera personal y de las empresas que representan”, refiere Schwartz.