
Seguro te ha pasado: sales de bañarte y te aplicas una crema corporal con olor a rosas, después tu crema facial con olor a lavanda y al final tu perfume favorito que permanecerá contigo toda la jornada. Después limpias tu casa, usas un producto multiusos con aromatizante con olor a “brisa marina” y todo parece perfecto. Enseguida pones una lavadora y buscas el detergente con tu fragancia consentida que durará por horas sobre tu ropa. Pero ¿alguna vez te has preguntado de qué están hechas esas fragancias tan poderosas que contienen esos productos para limpiar o qué pones en tu piel todos los días?
La mayoría de los productos que usamos en casa —como detergentes, desinfectantes, limpiadores, aromatizantes, así como la mayoría de nuestros productos de cuidado personal e incluso cosméticos— están cargados de fragancias artificiales que están hechas con sustancias sintéticas derivadas del petróleo y que tienen efectos negativos en la salud.
La inhalación es la manera más rápida para absorber un químico y nuestra nariz y boca constituyen el punto de entrada más importante a estas fragancias artificiales que están en todas partes. “El uso constante de estos químicos pueden afectar el sistema respiratorio, las hormonas y de paso dañar al planeta. Y muchas veces ni siquiera vienen en la etiqueta o peor aún, viene disfrazada la información”, expresa Lucía Moreno, autora del libro Inteligencia Natural.
En nuestro país, la regulación del etiquetado de productos de limpieza y de cuidado personal aún tiene áreas de mejora. Muchos productos no especifican claramente todos sus ingredientes, lo que impide a los consumidores tomar decisiones informadas. Además, la exposición constante a estos químicos afecta especialmente a personas en situación vulnerable: mujeres embarazadas, bebés en útero, niños pequeños, personas mayores, personas con enfermedades respiratorias o quienes trabajan en limpieza. ¡Y ni qué decir de nuestras mascotas!
Principales riesgos de las fragancias artificiales
Disruptores endocrinos
Muchas fragancias contienen ftalatos y almizcles sintéticos, sustancias que pueden alterar el sistema hormonal. Se ha demostrado que estos químicos pueden afectar la producción de hormonas, contribuyendo a problemas de fertilidad y trastornos metabólicos.
Alergias y problemas respiratorios
Las fragancias artificiales son una de las principales causas de reacciones alérgicas, provocando irritación en la piel, ojos y vías respiratorias. También pueden desencadenar migrañas, mareos y dificultad para respirar, especialmente en personas sensibles.
Neurotoxicidad
Algunos compuestos utilizados en fragancias, como el tolueno y los aldehídos, pueden afectar el sistema nervioso central. Se ha encontrado que la exposición prolongada puede contribuir a problemas de memoria, concentración y fatiga crónica.
Sustancias cancerígenas
Hasta el 95% de los químicos en fragancias sintéticas provienen del petróleo, incluyendo compuestos como benceno y formaldehído, que han sido relacionados con el desarrollo de cáncer.
¿Qué se puede hacer?
Buscar productos con ingredientes naturales, biodegradables y sin fragancias sintéticas.
Leer etiquetas y evitar productos con advertencias de toxicidad.
Ventilar bien los espacios al usar productos de limpieza.
Considerar opciones caseras como vinagre, bicarbonato y aceites esenciales, que limpian eficazmente sin dañar la salud. Puedes aromatizar con aceites esenciales.
En el libro Inteligencia Natural de editorial Aguilar, disponible en las principales librerías de México, y plataformas online como Amazon y Mercado Libre, las personas tienen acceso a una serie de consejos prácticos para proteger a la familia en el hogar, animándonos a crear ambientes más seguros, naturales y saludables, minimizando la exposición a químicos tóxicos comunes; con un enfoque que promueve la colaboración de todos los miembros de la familia.